jueves, 23 de mayo de 2013

Camina Del Valle, repensar la colonia

Nacida de terrenos de cultivo y ranchos (de los cuales las calles tomaron algunos nombres). La colonia Del Valle cuenta con distintas zonas que son fácilmente caminables y altamente disfrutables. Víctima (como casi toda la ciudad) de los ejes viales y otras grandes avenidas, la Del Valle ha perdido poco a poco la cultura de caminar y de disfrutar muchos de los espacios públicos que se encuentran a su interior.

En esta caminata se buscará re encontrar cada uno de estos espacios, ver cómo ha sido trazada la colonia y repensar cómo queremos que sea.

La cita es el sábado 1 de junio a las 9:45 AM afuera del metro Insurgentes Sur de la línea 12 del metro (se puede llegar a la estación de metrobús Felix Cuevas también)


domingo, 5 de mayo de 2013

Celebramos a Jane Jacobs caminando por Coyoacán, un barrio que le hubiera gustado


Para Cristina Barros, nuestra Jane Jacobs

Mónica Tapia A (@monicatapiaa)

Como parte de un movimiento global, el primer fin de semana de mayo el Colectivo Camina Haz Ciudad organizamos una caminata en honor a la pensadora y activista urbana Jane Jacobs.

 Jane’s Walk tiene la filosofía de vincular a la gente con su barrio y entre sus vecinos. Busca construir puentes entre las brechas sociales y geográficas, creando un espacio para que las ciudades se descubran a sí mismas.
                                                                                                             
Jane Jacobs fue una mujer de una infinita humildad, compasión, espíritu generoso y calor humano. Creció desarrollando conversaciones retadoras con personas inteligentes y escuchando atentamente testimonios ciudadanos en audiencias públicas.

Afrontó el reto de oponerse al poder y deseó que las personas continuara el dialogo que comenzó, no que repitieran sus palabras. El pensamiento y los textos de Jacobs incluyen una sinfonía de lecciones: una vida de trabajo por la justicia económica social y ambiental”  (Jane Jacobs recordada por Jane’s Walk y Wrestling with Moses, una excelente biografía).

Desde su creación en 2007, Jane's Walk ha crecido de unas cuantas ciudades en Canadá y Estados Unidos a 85 ciudades en el mundo y este año a más de 120.
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Este año es la tercera vez que se hace en México; Guadalajara la ha caminado durante 3 años y el Colectivo Camina Haz Ciudad por segundo año consecutivo la organiza. Aquí pueden leer más de la primera en San Jerónimo y aquí la de Santa Tere, en Guadalajara.

  

Nuestra #JanesWalkMx 2013 #CaminaCoyoacan comenzó en los Viveros de Coyoacán, con Manolo y Almudena Ocejo (@aocejoaja) de Amigos de los Viveros. Los corredores de los Viveros formaron esta organización para mejorar la pista, y cuidar y defender este espacio público. Su trabajo ha sido posible gracias a un convenio de colaboración con SEMARNAT, quien administra los Viveros.

 Manolo contó cómo el agua es fundamental para los Viveros y la pista, la cual traen de una planta de tratamiento en una pipa que la asociación compró, con los ingresos de una carrera que organizan anualmente que cuesta $100. 

Gracias a este trabajo ciudadano, los Viveros ahora reciben en promedio cada domingo a más de 10,000 personas para caminar o correr. En su última carrera, tuvieron 3,500 participantes. El trabajo conjunto entre funcionarios federales y ciudadanos ha tenido un impacto positivo.

Escuchamos la historia de los Viveros y el delicado tejido social e institucional que los sostienen como espacio público; un ejemplo que se compara con la defensa de los grandes parques urbanos como Central Park o Washington Square, que Jane Jacobs salvó de que una autopista destruyera.

Los Viveros fueron creados en 1907 por Miguel Ángel de Quevedo, llamado “Apóstol del árbol”. Convenció a Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Plutarco Elias Calles y Lázaro Cárdenas de hacer una legislación y política forestal. Aumentó los parques de la Ciudad de México, convenciendo también a los padres de familia quienes defendían esos terrenos baldíos para la instalación de circos. Fue contratado para construir las obras hidroeléctricas para las fábricas de Contreras y Tizapan, y planeó la traza de Ave. Insurgentes.

Miguel Angel de Quevedo
Miguel Ángel de Quevedo había comprado el rancho Panzacola y lo había llenado de árboles. Entregó al Gobierno federal este espacio con la condición de utilizarlos siempre como viveros para la producción forestal y la reforestación. Actualmente, SEMARNAT administra los Viveros, pero con el tiempo se fueron instalando ahí oficinas de las ahora SEMARNAT, SAGARPA y la Delegación Coyoacán.

Luz Emilia y Carmen Aguilar Zinser, nietas de Miguel Ángel de Quevedo, han estado pendientes de que se cumpla el deseo de su abuelo. Hace unos años, detuvieron la expansión de las oficinas dentro de los Viveros SAGARPA, quienes querían ampliar sus oficinas de 2,450 a 6,200 m2, con 6 niveles y 3 de ellos como estacionamiento subterráneo. También lograron que la Dirección General de Obras de la Delegación Coyoacán mudara sus oficinas con 200 trabajadores a Santa Úrsula Coapa. Hay un plan de demolición de estas oficinas y la Facultad de Ciencias de la UNAM hará un Centro de Educación Ambiental para investigación, exposiciones y talleres ambientales. Defendiendo el legado de su abuelo, Luz Emilia “se refirió a la necesidad de recuperar las hectáreas perdidas e hizo un llamado al Gobierno Federal y a la UNAM para evitar el crecimiento principalmente de oficinas y restituir el área verde” (Aquí varias notas del Reforma sobre esta historia)

En un costado de los Viveros, circula el #RioMagdalena, el último rio vivo… el rio agonizante de la Ciudad. Manolo y Luis Zambrano (@ZambranoAxolote) hablaron del plan de su rescate con varios actores que comenzó hace varios años. Este plan, elaborado por la UNAM, buscaba separar los desagües domésticos desde la parte alta del Rio Magdalena, crear un bonito lago para recreación en la Presa de Anzaldo, recuperar el rio vivo por Paseo del Rio, Chimalistac, construir una planta de tratamiento atrás de Gandhi y que llegara el rio limpio por el puente Panzacola, paralelo a Av. Universidad hasta los viveros. El agua no sería potable, pero sí de suficiente calidad para regar los viveros y la pista, sin que se necesitara traer el agua ni las pipas.

El plan de rescate del Rio de la Magdalena elaborado por la UNAM era de un gran diseño, pero su implementación por parte del GDF fue pésima. El plan fue mal comunicado a vecinos, quienes detuvieron la construcción de la planta de tratamiento y que se abriera el rio en Chimalistac. Hace un año y, sin seguir los lineamientos del plan de rescate se construyó un tubo de desagüe por debajo y los cantos rodados (piedras de rio) misteriosamente desaparecieron. Al destruir su lecho, el agua del río dejó de correr por el cauce y, en esta época sin lluvias, por primera vez en la historia se secó (hasta hace un año era un rio perene, es decir, siempre tenía agua).

Como hace un siglo el visionario Miguel Angel de Quevedo soñó con árboles, parques públicos, viveros y árboles urbanos, hoy tenemos el sueño de recuperar algunos de 40 ríos entubados en Ciudad, para evitar nuestra calidad de vida y evitar inundaciones. Taller 13 tiene la propuesta de recuperar el Rio de la Piedad (Viaducto) como un río vivo. 


Al salir de los Viveros, caminamos por Salvador Novo, que recuerda al poeta vecino y vivía en la esquina de esa calle, cronista y escritor de la Breve Historia de Coyoacán con una introducción sobre la relación con su barrio. Aquí, Cristopher Dominguez traza su retrato. 

Caminamos por la calle Francisco Sosa, una de las primeras trazadas en el siglo XVI, para conectar el pueblo de San Ángel con Coyoacán. Francisco Sosa era un periodista liberal del siglo XIX cuyos artículos criticaban al gobierno local, por los que fue encarcelado y al salir de prisión se mudó a Coyoacán. ¿Les suena conocido?

Entre sus otros vecinos destacados están Venustiano Carranza, Jorge Ibargüengoytia (quien como buen vecino, se peleaba con Salvador Novo por los árboles de la plaza) y Miguel de la Madrid. 

Llegamos a la Casa Alvarado, casa del siglo XVI con la leyenda de que fue habitada por Pedro de Alvarado, uno de los conquistadores más crueles. 

Cuando su departamento (¡y su biblioteca!) se quemó, el poeta, intelectual y premio Nobel Octavio Paz se mudó ahí a pasar los últimos años de su vida; después, durante algunos años ahí se instaló la Fundación Octavio Paz.



La Fonoteca Nacional llegó a instalarse en esta casa, decorada por las ajaracas, recurrente en las arquitecturas árabe y mudéjar, y un portón de madera inspirado en San Ildefonso. La Fonoteca, para recibirnos, tenía una exposición de sonidos del barrio de Coyoacan, pero por tiempo sólo visitamos sus bellos jardines.



Ecos, reverberaciones. 
En la casona en que muriera Paz, aún el imperio de su apellido. 
En esta fonoteca, 
su voz con la de otros, 
como, pasado el patio, 
el canto de los pájaros, indemne, 
vario como los árboles y flores …
más del poema Casa Alvarado de Antonio Rivero Taravillo


Paseando sobre Francisco Sosa, descrita como una de las más bellas de Coyoacan llegamos hasta la Plaza de Santa Catarina Omac, donde se construyó una capilla abierta y en 1650 su Iglesia. 

La Casa Reyes Heroles desde los 1980s es una de las mejores casas de cultura, enraizada en el barrio por sus servicios, talleres, exposiciones, jardín y restaurant. En twitter, recuerdan @pablocollada que la Casa Reyes Heroles ha sido “gran anfitriona de la afamada Conferencia Mariano Otero” (por donde centenares de jóvenes como @jmazpiroz @paulosfera @maraihdez @rodarmex @Nadjeli han pasado).


Ahí, en la Plaza de Santa Catarina Jorge Cáñez (@cafedada) de Ciudadanos con Visión e @ITDPmx, nos habló sobre la necesidad de revertir que 70% del presupuesto federal (Fondo Metropolitano) se asigne a obras para coches. Sólo 30% del presupuesto federal se destina a infraestructura para peatones, espacios públicos y movilidad en bici.

Pasamos por un lindo callejón de usos mixto para llegar a Dulce Olivia. En Fundación Este País  (@FundacionEP) nos recibieron Eduardo Bohorquez (@ebohorquez) y Rafael García Aceves (@rafagaceves) con fruta y agua, así como historias locales y urbanas. 

Desde ¿quién ha vivido en Dulce Olivia? Mis bisabuelos, el Indio Fernández, los Salinas de Gortari, Jesusa, Juan Villoro, Ifigenia Martínez y muy cerca Jorge Serrano Limón. ¿Por qué se llama Dulce Olivia? “Es una historia de poder, corrupción y amor” reseña Eduardo. 

El Regente de la Ciudad construyó la calle, expropiando y partiendo la propiedad del Indio Fernández. A éste, sólo le quedó llamar a la calle Dulce Olivia en honor a Olivia de Havilland, una actriz de Hollywood que era su amor platónico.

Eduardo también nos dice que en 2010, según la encuesta de Transparencia Mexicana, los hogares mexicanos destinaron millones de pesos al pago de “mordidas” a franeleros. Parquímetros yfraneleros: de cómo diez pesitos se convierten en $3,000 millones; si agregamos los parquímetros y los valet-parking (franeleros institucionalizados), nos cuestan más de $9,000 millones.

¿Cómo se llevan con los vecinos?, preguntamos a los oficinistas, ¿cómo conviven los usos mixtos del suelo? “Al lado, nuestros vecinos son la editorial que publica la Revista Este País, son familia. Al otro lado y detrás, son vecinos originarios donde viven 4 familias que tienen microcultivos, un consultorio médico que a ratos abre. El abuelo de 85 años sale en su silla de ruedas a tomar el sol, y él es quien hace la cohesión social; nos cuenta historias y nosotros, le decimos qué hacemos. No nos va mal, excepto por los coches de los que luego nos vienen a visitar”.

Nos encaminamos por Pino hacia Aurora, identificando los talleres de Vicente Rojo y Maria y Pablo O´Higgins. Nos detuvimos en Tres Cruces y Alberto Zamora, donde Nuestras Realidades (@NR_ac) nos explicó su trabajo de reconstruir esquinas accesibles y las rutas para que para facilitar el libre tránsito de los peatones y las personas con discapacidad.

Poco tarde, pero con ánimo llegamos a Fundar (@FundarMexico) donde nos recibió Renata Terrazas (@Renaterra_zas) para contarnos de su trabajo: transparencia presupuestal, derechos humanos, reforma de la justicia, migración, #opendata y litigio son algunas de sus líneas de investigación e incidencia en políticas públicas.

Son más de 40 personas trabajando en esa oficina, y preguntamos: ¿cómo se llevan con los vecinos? "Nos llevamos bien; hablamos de la enredadera que nos causa humedad. Conocemos a músicos del estudio de al lado, con quienes compartimos ver partidos en la marisquería. Los coches en esta pequeña calle son un punto de conflicto." 

"Muchos vienen en bici o caminando, pero algunos venimos en coche. No nos estacionamos en las entradas de los vecinos, pero ellos siempre están poniendo postes o pintando para que nadie se estacione ni cerca de su casa. Es complicado; seguimos con interés el debate sobre los parquímetros. Nos sentimos de Coyoacán, aquí pasamos mucho tiempo. Yo vivo en Mixcoac. Hago 20 minutos en coche, paso a dejar a mi hija a la escuela por aquí; 40 minutos, caminando. Ando muy mal en bici, y me da horror traer a mi hija en bici en medio del tráfico de la ciudad. En transporte público, hago una hora o hasta hora y media, más que caminando. Quisiera que fuera diferente”.

Preguntó Iñigo Prieto (@indiobarcelona) con un bebé en brazos, por su guarderia y Renata nos relata cómo se creó: "La guarderia fue un acto de congruencia y un proceso de negociación interna. Somos 30 mujeres, la mayoría en edad reproductiva, había 15% de trabajadoras embarazadas. Somos una organización privilegiada porque estamos en nómina, con un seguro de gastos médicos mayores y vacaciones. Los bebés compartían el espacio de lectura, era difícil. 
Los niños llegan aquí a los 3 meses, pasamos sus cumpleaños y lloramos cuando se van. Cuando estamos muy estressados, de trabajo, bajamos a jugar con los bebés. Es muy lindo". Es más lindo también conocer a nuestros vecinos, por fuera y por dentro también; saber qué hacemos, nos dicen ambas organizaciones, ayuda a la convivencia con los vecinos.

Finalmente, después de casi 4 horas de pláticas y caminar, llegamos a la plaza histórica de Coyoacán. La diputada local Laura Ballesteros (@LBallesterosM) quien nos acompañó por todo el recorrido, junto con un séquito de asesores y de comunicación (quienes dijeron haberles gustado mucho el recorrido), pidió la palabra para promover un App (Primero el Peatón) para denunciar problemas de banquetas o transporte público. Se georeferencian en un mapa: “¿Y luego?, ¿a dónde llegan?” preguntan. “Los diputados estamos haciendo un bloque para darles seguimiento. Tenemos la obligación de hacer gestión”, responde. 

Salvador Medina (@elnahual) le comenta que es contradictorio apoyar los derechos del peatón y promover la compra de motos, quienes más accidentes causan a bicis y peatones. Yo le digo que hace falta que los diputados legislen mejor y sean contrapeso fiscalizador del Ejecutivo en la Asamblea; no que se pongan a dar seguimiento de construcción de banquetas. Nos salen muy caro para eso.

Para no perder la bonita costumbre, nos ponemos a discutir de política en medio del rayo del sol, después de 4 horas de caminar y con unas inmensas ganas de irnos a tomar una cerveza... Eso sí, Laura dice de "ciudadana" y ser "diferente" #siajá, tuitéo. Iñigo se inspiró y constuyó el decálogo del diputado del cómo no hacer amig@s “ciudadan@s”.

Salvador cierra recordando a Jane Jacobs, su desconfianza por la autoridad y las soluciones top-downMe quedo con el mal sabor de boca de que así termine la caminata, pero me acuerdo de la canción de Serrat sobre el barrio, la fiesta y escribo en twitter: “La política también le da folkore al barrio”. 

La gran lección de Jane Jacobs --la conversación que honramos continuar por ella-- es que la ciudad la construyen sus barrios y su gente.

Muchísimas gracias a todos los que participaron, caminaron e hicieron ciudad en  #CaminaCoyoacan #JanesWalk, especialmente @ElNahual @aocejoaja @ebohorquez @Renaterra_zas y, por supuesto, que @peatonito nos acompañara vestido de civil.


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